Aún conmocionados por lo sucedido en Noruega, hoy recibimos otra terrible noticia, aunque ésta no es tan sorprendente e inesperada. Amy Winehouse, la cantante que se ha ido suicidiando poco a poco a lo largo de sus años de éxito, ha sido encontrada muerta en su apartamento de Candem (Londres).
Amy había cancelado todos sus conciertos tras unas últimas apariciones muy desafortunadas. En su último concierto en Belgrado apenas se mantenía en pie y no podía ni cantar, siendo abucheada por la audiencia. A sus problemas con el alcohol y las drogas se sumaban las tormentosas relaciones que tuvo con Pete Doherty y Blake Fielder-Civil.
En una de sus últimas apariciones en público, esta semana.
La cantante, de solo 27 años, saltó a la fama a finales de 2003 con la publicación de su álbum de debut Frank, éxito que se vio desbordado con Back to black (2006), que la convirtió en una estrella a nivel mundial, ganando 5 premios Grammy, gracias sobre todo a Rehab. Amy había cancelado las fechas de su última gira y próximamente debía empezar a grabar su esperado tercer álbum.
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