Este fin de semana hemos asistido dos frikis la redacción en bloque a RetroMadrid.
¿Y qué es RetroMadrid? No, no es el nuevo nombre de la capital tras conseguir el gobierno que volvamos a los cincuenta, es una feria donde los nostálgicos de los videojuegos viejunos y la informática clásica se reúnen para hablar de sus cosas. Cosas antiguas.
El interés que tenemos por RetroMadrid es mucho: por un lado tanto la informática clásica como los videojuegos antiguos sentaron las bases que hacen posible que estés tú ahora mismo leyendo esto. Todo el mundo que se jacte de llevar una web debería tener presente que está disfrutando de varias décadas de ensayos, errores, aciertos y avances tecnológicos. Conocer los aparatos que tras muchas décadas han dado como resultado que tengas un Ipad es cultura general, no siempre Amiga ha sido sinónimo de mariliendre, ni Spectrum era un bar de moda de Chueca.
Exitazo de RetroMadrid
Además, los videojuegos antiguos nos llevan a la época de nuestra infancia y adolescencia, donde hacíamos cola para los recreativos y luego nos íbamos a casa escuchando la cinta de las Spice en un walkman. Sí, somos unos moñas.
Tras esta chapa, pasemos a lo interesante. Primero de todo, tenemos que dar un tirón de orejas a Matadero de Madrid (no a los organizadores) por provocar que la gente que tenía compradas las entradas en preventa tuviera que hacer cola igualmente -más corta, eso sí- y que encima debido al cuello de botella que se formó la gente se perdiera las primeras conferencias a pesar de llegar a tiempo.
Y es que conferencias hubo muchas, pero la que más nos gustó, de lejos, fue una a cargo de @Ashleythedragon donde se repasó toda la historia de Sonic, el erizo mascota de Sega nacido para los 16 bits y que colonizó todas las consolas de la casa (y el corazón de millones de jugadores, desde primeros de los noventa hasta hoy).
Conferencias así, sí.
También fue muy interesante la que hubo sobre cómo nació Hobby Consolas, con sus primeros creadores en la mesa contando todo tipo de anécdotas sobre la revista y tuvieron el detallazo de regalar a los asistentes una lámina de la portada del primer número.
Tragaperras japonesas basadas en videojuegos. Eso es generar mercado.
Pero RetroMadrid no es sólo un puñado de conferencias. El espacio dedicado a los expositores era inmenso, donde se podía comprar de todo, desde Ataris y Neo Geos con sus cartuchos enormes hasta galletas con las formas de Pac Man. Y hablando de Pac Man, las recreativas que había instaladas con el clásico «Comecocos» estuvieron atestadas de corrillos de gente durante todo el evento.
El colofón fue la firma de Azpiri, un señor que pocos de los que entráis aquí conoceréis, pero que es un ilustrador importantísimo, autor de más de doscientas carátulas de videojuegos clásicos y de la historieta erótica de ciencia ficción ‘Lorna’, cuya protagonista nos encanta porque es algo así como todas las musas travestis en una:
¿Qué os parece que tratemos estos temas en la web?
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