La Comunitat Valenciana sigue proporcionándonos con asiduidad las noticias más bizarras de nuestra piel de toro. Y más travestis, para disgusto de la simpar Vicky de Cullera. Hoy hemos podido conocer a Samuel Fernández, que emulando a la mítica Manuela Trasobares danzando por las calles de su pueblo ante las miradas atónitas de las señoras, ha decidido reivindicar manteleta, peineta y corpiño para ser fallera mayor de su pueblo, cosa que hasta ahora estaba reservada a mujeres biológicas, sin ser él nada de eso.
Samuel, que no cre en tot aix‚àö‚⧠que ha fet de la societat una purrquería, ha liado la de Alcasser en Paterna. Ha cogido las perlas de Rita Barberá y lo que surja y se ha plantado, con su formulario en la mano, en el casting oficial de reinas de la belleza de las fiestas populares de Paterna. Pronto ha trascendido por toda la Comunitat, y horas después lo hemos sabido por todo el País.
El consistorio municipal ha tomado trajes cartas en el asunto y ha encargado al letrado municipal que dictamine si tal cosa es posible. Y el resultado ha sido un relativo SÍ, ya que aunque las normas solo hablan de mujeres natas, ha recomendado a la comisión de fiestas que examine con detenimiento la posibilidad de cambiar las bases del contest para acoger a todo el colectivo LGTB hombres. Mientras esto sucede, las típicas rollizas que se presentan cada año (que se maquillan de azul si son rubitas) han visto retrasadas las entrevistas una semana, lo cual ha generado odios mil hacia la que, para nosotros, debe reinar para siempre en el pueblo de Norma de Popstars.
Todo se ha ido llenando de comentarios de señores y señoras que, muy airados, insultan a una reportera de TV3 afirman que eso no es de recibo porque en Valencia los hombres son muy machos y las mujeres son muy machas también femeninas, aunque también han sido notables las muestras de apoyo de cara a la galería. La polémica está servida, y en este pueblo no piensan desaprovechar la oportunidad de dar el petardo, ya que incluso podría celebrarse un referendum para decidir si Samuel, admiradora desde siempre del folklore de su pueblo y fieramente heterosexual, puede optar a ostentar semejante dignidad.
John Cobra, la Rubita del Cabanyal y el niñato del metro de Valencia no han opinado aún nada al respecto.
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