Francisco Rivera Pantoja, también llamado Kiko o gordo de los cojones Paquirrín, ha dejado preñada a la modelo Jessica Bueno, su compañera en el reality con más éxito de la historia de Tele 5, Supervivientes 2011, convirtiendo así a Isabel Pantoja en abuela.
Hasta aquí todo normal. Pero la verdadera historia de terror empieza ahora. Hace unos días Paquirrín habló con su padre fallecido y ya comentamos hace unas semanas todo lo que estaba tramando el Clan Pantoja. Vamos, su intención de conquistar el mundo. El mediático, queremos decir. Aunque en vista de los últimos acontecimientos, podrían incluso anunciar su total aniquilación y destrucción. Miedo.
Por lo pronto la mujer barbuda matriarca del clan, Isabel Pantoja, se ha hecho a costa de su hijo y de Tele 5 un lavado de imagen que ya quisieran para sí Tita Cervera o Norma Duval. Sin contar que Kiko, su pequeño del alma, tiene aseguradas, como mínimo, cuatro exclusivas más: la de la boda, la luna de miel, el nacimiento y el bautizo.
Viendo tal panorama mercantil, entendemos a la perfección que grandes pensadoras como Belén Esteban dijeran por lo bajo a sus compañeros «No hacen buena pareja para nada» y que no nos creamos la fábula Disney en la que pretenden vendernos que Jessica Bueno está enamorada de Kiko, en plan La Bella y la Bestia pero sin tetera. Amor del verdadero.
Entre muertos que hablan con mediums guiris, casas folclóricas y personajes estrambóticos varios, únicamente falta un tipo vestido de cuero y la venida de la hija de Chayo Mohedano del anticristo para completar el cuadro de esta especie de teleserie americana de terror.
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