Connect
To Top

El cybersexo llega a Eurovisión, uh, oh, oh…

Tras la desolación vivida en la redacción de El Cajón Desastre por la injusta eliminación de la que iba a ser nuestra representante en Eurovisión, la travesti barbuda Conchita Wurst, hemos vuelto a recuperar la confianza en este Festival con la última canción presentada, que escuchamos ya en un bucle continuo.

San Marino, tras intentarlo el pasado año con una balada que no consiguió clasificarse para la final, ha decidido dar el petardazo y presenta una canción con el fascinante nombre de  «Facebook, uh, oh, oh«.

 

httpv://www.youtube.com/watch?v=0kQBEzzFRBs&feature=youtu.be

 

Nada más comenzar la canción nos damos cuenta que es un claro homenaje a Rebecca Black, pero arriesgando mucho más. Y es que la intérprete no es en esta ocasión una quinceañera, sino una señorona de 37 años llamada Valentina Monetta. Trata sobre un ama de casa adicta al sexo que se pasa el día conectada a las redes sociales buscando cybersexo y organizando orgías para satisfacer sus instintos más perversos. La letra es ciertamente explícita, aunque también demuestra que la elegancia la lleva ella utilizando metáforas:

do you wanna play cyber sex again?
if you wanna come to my house
and click me with your mouse

En un intento de normalizar los encuentros casuales por internet y tratar con naturalidad una realidad como es la necesidad de sexo de las esposas mientras sus maridos se encuentran fuera, San Marino presenta la canción más arriesgada del Festival, aunque nos hubiera gustado más la versión Grindr, grr, grr protagonizada por algún rejected de Quién quiere casarse con mi hijo. Y aunque muchos quieren verla como una crítica a facebook en tono desenfadado, la canción es mucho más profunda de lo que puede parecer a primera escucha, abordando el problema al que se enfrentan miles de depredadores sexuales que buscan sexo por internet, y que utilizan grupos de facebook como el difundo Travestis que intentan representar a España en Eurovisión para localizar a sus presas.

Hola, aquí madurita cachonda… ¿tamaño del pene?

 

Facebook, uh, oh, oh aún podría encontrarse con un último obstáculo, y es que en Eurovisión no se permite el nombre de marcas registradas, y ya existen precedentes de canciones que tuvieron que ser cambiadas. En 1987, la canción sueca Fyra Bugg Och En Coca-Cola tuvo que cambiar su título por Boogaloo. No sabemos hasta qué punto esto es comparable con «facebook«, aunque desde el momento que El Cajón Desastre se declara fan incondicional de esta canción hemos sentenciado a la misma a ser descalificada, tras nuestro impresionante historial de gafarlo todo.

12 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

More in Eurovisión