No, no enviamos a botiquín a los seis finalistas directos de esta desaborida edición eurovisiva. Aunque pensándolo bien cada uno tiene lo suyo que mirarse… dos ex-obesos, una operadísima ‘has been’, una macilenta ex camarera de hotel, una reina del baile con sobrepeso y tres jóvenes españoles con trabajo. Vamos a por ellos.
16.SUECIA
Es el único finalista del que ya sabemos el puesto de salida en esta edición donde el sorteo determina poco y los productores televisivos impondrán el criterio de ‘show’ elaborando un orden de actuación para la final que se conocerá el día antes de la misma.
Robin Stjernberg (22) iba para osito y se ha quedado en espinete. Antes de quedar segundo en el IDOL sueco, había formado una boyband en el que estaba el exitoso eurovisivo Eric Saade, el que quedó tercero con ‘Popular’ hace dos años. Ya de entonces su aficción por los tigretonërna y los bollycadërna le hacía tener unas poco saludables hechuras de lechoncillo para su adolescencia. Su carrera en solitario no arrancaba y se presentó a la mítica preselección Melodifestivalen, donde tuvo que ir a la repesca para ganar una plaza de finalista. Contra pronóstico ganó a la travesti del año, YOHIO. Su popera You defenderá en el vaticano eurovisivo lo mismo que los curas italianos en la Capilla Sixtina (Capilla Divina): mantener su hegemonía de antaño. Está dedicada a su padre y la interpreta con la sobreexcitación de saberse Reina por un día en su país.
FRANCIA
Si lo del sueco es sobreexcitación, la francesa pide un exorcismo a gritos digno de las mejores desendemoniaciones del Sanatorio de Briarcliff. Amandine Bourgeois (33), antigua camarera de hoteles, tiene una palidez que invita a pensar que lo suyo no es el pastis ni el moetchandón sino un cóctel de todos los grupos sanguíneos agitado, no mezclado. La única canción eurovisiva que las hijas de Zapatero llevarían en sus smartphones es El Infierno y yo: un agonizante balada rock que desencadena en paranoia y psicodelia desenfrenada. Un himno a los amores tóxicos digno de presenciar como terapia preventiva. En 2008 ganó el talent show más importante de Francia y gozó de cierto éxito los años posteriores, pero su último disco fue un gran fracaso que la obligó a detener su gira. Para volver a triunfar, le ha tocado pactar con el Belcebú de todo cantante francés: representar a su país en Eurovisión.
ALEMANIA
El mejor palmarés del BIG5 desde que comenzó la década es el de los alemanes. La heredera de seguir con la racha de top10 es Natalie Horler (31), voz del proyecto Cascada del que forma parte con otros dos productores musicales. Hay que agradecer a los germanos que hayan enviado la única canción de este año que los eurofans podrán bailar en el Euroclub y que les permitirá tres minutos de desahogo en una anodina final que tendrán que soportar íntegramente de pie. Natalie se presta a animar el cotarro como una luchadora de pressing catch femenino que haría poner pies en polvorosa a grandes luchadoras como Montaña Fiji o Amy, la hija del granjero. Poco sofisticada, pero resuelta, hace que recordemos sus hits de hace unos años y aunque sea por simpática nostalgia nos animemos con este Glorious que soporta ataques gratuitos relativos a su posible inspiración en Euphoria. Bendita inspiración que puede salvarnos la noche.
ITALIA
Es gracioso que los italianos nunca emitiesen en directo Eurovisión en los 80 y 90 – lo hacían en diferido alrededor de medianoche – y ahora hayan vuelto con las pilas muy cargadas y aparentemente dispuestos a todo. Segundos en su re-entrée del 2011, novenos con la Zilli el año pasado… ahora presentan la canción participante que más se ha vendido antes del Festival. La razón: es la ganadora de San Remo 2013. Siempre ha habido cierta tradición de que enviasen al Eurofestival – como lo llaman allí – al ganador de SanRemo, pero no tanto la canción. La única causa que se nos ocurre para que el país más ateo, eurovisivamente hablando, apueste tan fuerte es porque no se han enterado de cómo funciona este concurso. Marco Mengoni (24), que en su pueblo de Viterbo era el rarito gordito hasta que se presentó en 2009 a Factor X y ganó, aceptó ir a Eurovisión con un entusiasmo desconocido entre los artistas de su país. Ambiguo amaneramiento de los italianos en ristre, nos presenta una sentidísima balada titulada L’essenziale.
REINO UNIDO
Como si a Manolo Escobar le hubiera sucedido Mari Trini (qepd). La jugada de la BBC de rejuvenecer 16 años a su representante de un año a otro ha sorprendido… por llamarlo de alguna manera. Bonnie Tyler (61) ya pudo haber ido a Eurovisión en los 80, pero como ella misma dice «entonces era nº1 y no lo necesitaba». Tal franqueza la mantiene cuando reconoce que su aspiración es quedar entre los 15 primeros debido al «voto político». No es un objetivo inalcanzable para la conveniente y adecuada balada country Believe in me, adaptada para sus capacidades vocales actuales. Siempre y cuando, eso sí, no haga aspavientos de troll mientras recorre el pasillo del escenario o vaya vestida como la novia de Chuky. Todo un honor para Eurovisión su presencia y un nuevo paso en la anodina estrategia de la BBC de tirar de banquillo no en los talent shows del momento, sino en la residencia ‘Prados Soleados’.
ESPAÑA
«Flipando». Esas fueron las palabras pronunciadas para El Cajon Desastre – sin que ella lo supiera – por parte de Raquel del Rosario (30) cuando le preguntamos su opinión sobre sus primeras horas en Eurovisionlandia. Los asturianos David (33) y Juan Luis (37), al contrario que anteriores representantes que se acoquinaban cuando veían la magnitud de la trapatiesta eurovisiva, se lo toman con bastante tranquilidad, pisando seguro y evitando cometer errores. Por eso han preparado una sencilla puesta en escena donde no se han arriesgado demasiado y en la que se limitan a jugar con elementos del escenario. «Que salga bien» es su propósito y por eso mantendrán un perfil bajo discreto durante toda la semana en Malmö: sentar bajas expectativas es la mejor estrategia para no tener que dar muchas explicaciones a posteriori. El Sueño de Morfeo continúa la táctica de TVE de enviar artistas con recorrido atados a discográficas en busca de promoción. Algún día, además de promoción, en un ataque de locura, alguien en Prado del Rey quizás busque también resultados. De Contigo hasta el final casi nadie espera nada. Resignación, un año más. Y van…