Hace varias semanas que nuestro país amigo, Italia, comenzó a emitir en sus pantallas uno La Decadenza, un nuevo reality show que está teniendo gran éxito en todo el territorio. Conocedores del gran patrimonio artístico con el que cuenta el país, un grupo de monumentos conviven en una casa, dirigida por Silvio Berlusconi, con el objetivo de ver cuál de ellos es el único que sobrevive a la decadencia, la pobreza y la dejadez del país que vive anclado en los 90.
El último expulsado del Contest ha sido el Puente de los Suspiros, que inspirándose en el anterior expulsada, El Coliseo, se ha ganado la expulsión tras sufrir más de 160 desprendimientos de trozos del mismo, a pesar de encontrarse en estado de restauración. Los motivos: no sólo las mareas de la ciudad en la que Madonna grabó hace más de 20 años el vídeo de Like a Virgin (y que ya demostraba mala presencia, por cierto… el urbanismo, claro), sino también una nula escasa preocupación durante décadas sobre la situación de la estructura interna.
Recordemos que previamente se han presenciado dos expulsiones: por un lado, la primera expulsada fue la ciudad de Pompeya al completo, Patrimonio de la Humanidad, tras el derrumbe total de dos de sus míticas casas de manera espectacular; el anterior expulsado fue el Coliseo, de manera sorprendente, ya que a pesar de partir como favorito del concurso, empezaron a desprenderse trozos de mismo, al igual que ha ocurrido con el Puente de los Suspiros.
Próximas semanas
No está muy claro qué monumentos italianos serán los próximos expulsados, aunque todo apunta a que uno de los inminentes nuevos expulsados será el Palacio Ducal de Venecia, que tiene buena cara pero no muy buen cuerpo, ya que al parecer su interior se encuentra en un estado próximo al de ruinas. Otros monumentos que podrían dar el petardo, aunque menos probable, son la Catedral de Florencia, que lleva una década con los andamios en la parte trasera exterior, esperando a que le quiten todo el cuchu negro que la invade; el Ponte Vecchio, de Florencia, que se encuentra cubierto de andamios en la mayor parte de su estructura, y presenta un aspecto muy de finales del siglo XIX; o por qué no, la mítica Torre de Pisa, que cuenta en su base con más operaciones de alquitrán que Cher de silicona, y en cualquier momento podría dar una sorpresa y desplomarse.
No sabemos si el Contest será exportado a otros países, aunque de momento en nuestra vecina Portugal, monumentos como el arco de la Plaza del Comercio o la muy negra Catedral de Lisboa están ansiosas por participar en la versión lusitana de La Decadenza.
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