En Colorado son lo más a la hora de robar un banco. Atrás quedaron las medias de los chinos en la cara y pistolas de agua pintadas con canfor negro. Ahora lo que se estila es una gorra de conductor de tren y una sudadera gris, como únicos elementos para ocultar la apariencia, además de una buena jeringuilla con sangre infectada de VIH a modo de arma.
Según el portavoz de la policía de Longmont, Jeff Satur, así es cómo se presentó «una señora pálida, de entre 55 y 75 años» en un banco Wells Fargo, situado dentro de un supermercado. En ECD nos encanta que metan un banco dentro de un supermercado.
La señora ataviada de mamaracha , que tosía repetidamente y se tapaba el gapo con un pañuelo azul, se acercó al cajero, que imaginamos estaría comiendo un donuts o viendo algún partido de béisbol, o ambas cosas, y le puso una nota en la cara en la que decía que si no cooperaba, le pegaba el sida. Ante el incómodo panorama, el cajero cooperó y posteriormente, tras dar la voz de alarma, volvió a sus queaseres.
Finalmente, nadie resultó herido durante el robo y la señora se fue con sus cuartos, sin haber trascendido la cantidad. Ahora la policía y el FBI están revisando fotografías y grabaciones del establecimiento para tratar de identificar a la Bonnie de la tercera edad, que podéis contemplar en todo su esplendor en la foto de abajo.
7 Comments