Escalofriantes testimonios audiovisuales rescatados de las catacumbas de la televisión gracias a Youtube. Kylie, nuestra Kylie, demuestra como siempre su gran saber hacer y maestría actuando igual de feliz ante 50.000 homosexuales como ante Jaime Mayor Oreja metido en un bote de formol.
Así nos luce el pelo después de comprobar como la cantante menos criticable de todas echó el resto en este programa de «La Noche de Hermida», allá por 1992, mientras la cúpula mayor del PP de la época (o de esta o de cualquier época) la miraban como a un extraterrestre, entre el desprecio de Alvarez Cascos (que la mira como quien mira a un cienpiés) y el mongolismo de Esperanza Aguirre, antes de que el bottox fuera solo para horteras de bolera y el photoshop dejara de ser una tienda de revelado de fotos. Menos mal que estaba Aznar, que la mira con una sonrisa como la de quien ve a un niño una niña probándose los tacones de su madre. Todo ello sin mencionar la horda de nuevas generaciones (hoy ya momias) que se atusan el pelo mientras desean que Kylie se transforme en Norma Duval o en el grupo «Siempre así» para poder tocar palmas y entender algo de lo que se dice.
Kylie, perfecta y en su línea, actúa impasible ante los caretos de Jose Oneto y Mariano Rajoy como quien actúa en las catacumbas de San Calixto. Sonrisas por aquí y por allá, aunque nada más llegar al camerino habrá tenido que hacerse una limpieza de aura.
Aquí os dejamos con el esperpéntico documento, clasificable en un mundo paralelo entre el mítico «Parle vosté calle vosté» de Manuela Trasobares, una pesadilla de John Waters y un interludio del teatro del absurdo. En general estamos muy a favor de que bizarrismos como este existan en nuestras vidas, aunque tememos que ya nada más nos pueda sorprender después de esto, salvo una performance de Erica Magdaleno ante el Papa durante las Jornadas Mundiales de la Juventud o algo en este plan.
httpv://www.youtube.com/watch?v=eHo2-qf30V4
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