Como cada jueves, toda la redacción va a estar pegada a la tele como Massiel a un tercio si no hubiera un mañana siguiendo la edición actual del reality por excelencia . Asisitiremos a la séptima expulsión del concurso, que muy a nuestro pesar va a ser para Noemí o María, decantándonos por la primera; cuando en realidad imploramos que salga Juan, de cuya función en la casa dudamos desde el primer momento en el que pisó la casa de Guadalix.
Ya que lo único que parece interesar a la organización es ver cómo se las arreglan para limpiar las corridas de los nórdicos sexo, van a meter a una concursante ya expulsada de la edición actual de Big Brother Brasil: Laisa; cuyo métiro es haber sido penetrada por diferentes orificios en su paso por el concurso más famoso del mundo.
Seguimos echando de menos a un equipo decente, que sepa desgranar las tramas como es debido. Estamos ante la primera edición cuyo 24 horas es más interesante que las galas o los resúmenes diarios; y eso es porque algo va mal. No terminan de enterarse de que un polvo no es un hecho importante nada más que la primera vez que ocurre, y ni eso.
También Dani, el gafapasta y Berta, la chica random van a unirse con sus compañeros y por lo que se deduce de la escaleta de esta noche, se puede afirmar que alguien va a tener una entrevista muuuuuuuy larga.
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