23 de Mayo de 2014. España entera está pendiente de unos señores que ganan muchos millones por correr detrás de un balón: los seguidores de los equipos, la prensa, los camareros de los bares que hoy se van a forrar, tu abuela, que resulta que, al igual que el resto de la humanidad en los últimos meses, también era del Atleti y tú no lo sabías.
Todos van a ver la final de la Champions porque es muy importante y porque se enfrentan dos equipos españoles y porque Lisboa es madrileña y en fin, esas cositas.
¿Todos? No, todos menos TÚ.
Qué putada que no te guste el fútbol, joder. Ves a la gente nerviosa, impaciente, con ganas de que empiece. Como tú el día de Eurovisión, pero sin votaciones ni Ruth Lorenzo muy agobiada de tanto trabajo. Y claro, no te motivas.
Te gustaría ser uno más, sentir los colores, gritar mucho y abrazar a la gente con los goles, pero no te sale. Llamas a tu mejor amiga o a tu amigo gay, a ver si ellos están en la misma situación, pero sorpresa: TAMBIÉN LES GUSTA EL FÚTBOL. En este país ya no se respetan ni los topicazos.
Así que no te queda otra que pensar planes alternativos, y como somos gente maja, te vamos a ayudar:
Ver ‘OT: la película”.
Por aquel entonces Geno ya sufría y si te enterneces y coincide que lloras cuando acaba el partido, puedes decir que es porque tu equipo ha perdido. Si pierde el Real Madrid y te lo pregunta uno del Barça corres el riesgo de que se ría de ti, pero si pierde el Atleti estarás de suerte, porque como ahora todo el mundo es colchonero, llorarán contigo, te abrazarán y puede que con la tontería hasta pilles esta noche. En ese caso, viva el fútbol.
Empezar una serie de adolescentes de los 90.
Sé que después de ver a Mariano Alameda en la actualidad, necesitas olvidar y anclarte en el pasado para no sufrir más.
Reflexionar mucho para las elecciones de mañana.
En El Cajón Desastre ya hemos propuesto a Rebeca como representante española, pero si vas por libre y, por lo que sea, no te gusta ‘Duro de pelar’ (cosa incomprensible), puedes dedicar los 90 minutos del partido a reflexionar. Es muy importante que pongas cara de estar reflexionando de verdad, porque sino no vale.
Salir a la calle.
Vaya, moverte del sofá, qué locurón. Piensa que hasta que acabe el partido y la gente salga a celebrar victorias y llorar derrotas, la calle va a estar completamente vacía. Sal a disfrutar del maravilloso tiempo que hace hoy (JAJAJA) y de la soledad que te está brindando el fútbol. A lo mejor te encuentras con alguien, no te digo yo que no. Es posible que veas a alguna señora mayor que ha salido a pasear, a un runner triste porque ha publicado sus tiempos y sus mierdas en tuiter pero como todo el mundo está pendiente del fútbol no le han hecho caso o a un chico esperando a su novia, la cual nunca llegará porque, sorpresa, también es del Atleti y está en un bar viendo a su Diego Costa (gracias Google).
Pensar.
Una hora y media da para mucho: ¿por qué los futbolistas cobran tanto dinero? ¿Por qué no emplean ese dinero en comida? ¿Por qué gusta Cristiano Ronaldo? ¿Cuántas veces se le habrá caído al suelo a Sergio Ramos su hijo Sergio Ramos? ¿Qué hace ahora Pilar Rubio con su vida? ¿Le cancelarán también a su hijo? ¿Se habrá comprado los dvd’s de “Piratas” para decirle a su hijo algún día “mira, yo una vez engañé a gente y dije que era actriz? ¿Editaron “Piratas” en dvd? ¿Alguien vio “Piratas”? ¿Realmente esa serie existió?
Sembrar el caos.
Entrar a un bar lleno de forofos del Madrid a gritar “¡Viva el Atleti!”. Entrar en un bar lleno de forofos del Atleti a gritar “¡Viva el Madrid!”. Entrar a un bar lleno de gente y gritar “¿Qué pasa, que en ningún sitio voy a poder ver el partido del Murcia? QUÉ ASCO DE FÚTBOL MAINSTREAM”.
Correr.
Como consecuencia al punto anterior. Para que no te corran a hostias, nada más.
Resignarte y ver el fútbol.
Si no te convence ninguna de las opciones anteriores, no te queda otra que sentarte con tu familia y amigos en una esquinita del salón a ver el partido. No te olvides de tu móvil y unos cascos: los capítulos de Al salir de clase están en youtube.