A Lady Gaga le ha salido un gran rival cárnico. Se trata, nada más y nada menos, de Austria, uno de los países europeos más aburridos (como demuestran algunas de sus participaciones en Eurovisión, como las de 2005 o 2011). La delicia se sirve concretamente en Salzburgo, y consiste en carne de ternera en estado de descomposición. El carnicero que ha creado semejante manjar asegura que el moho que aparece en la carne va matando a los gérmenes que se van creando, dando lugar a un doble efecto: la carne adquiere un irresistible sabor a nueces, y con la muerte de los gérmenes, se evita cualquier tipo de infección a sus consumidores.
Como si de la Coca-Cola se tratara, la carne podrida para consumir tiene una serie de indicaciones secreta: la temperatura a la que se conserva en las cámaras frigoríficas, que concretamente es de 2º C, y el nivel de humedad al que debe permanecer, pero su carnicero ha preferido no filtrar este dato para que nadie le haga competencia en su negocio. Y es que, la mayoría de restaurantes de la ciudad se pelean por introducir en sus menús platos a partir de ternera putrefacta, ya que consideran que su sabor es una auténtica exquisitez.
Aunque pensándolo bien, el carnicero austríaco no ha descubierto nada nuevo, ya que los chinos van más allá de la carne de ternera. Todos sabemos que, además de poder ser víctimas de un posible secuestro en tiendas de chinos para que posteriormente nos extraigan los órganos y trafiquen con ellos, son grandes aficionados a servir comida con carne de gato, perro y humanos fallecidos, hecho que explica la inexistencia de cementerios en China.
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