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Destino Eurovisión: La autopsia.

RTVE.es acaba de hacer público para albricia de los nostálgicos del midi, el vanBasco y el movie maker 1.0 las canciones finalistas de su particular preselección para Eurovisión 2011.

Seis son las propuestas que han llegado hasta esta fase para que Lucía Pérez o Melissa se hagan fotos con una bandera gallega o de la Comunitat Valenciana en las afueras del ESPRIT ARENA de Düsseldorf.

Desgraciadamente, todas han llegado a esta fase con olor cadáver. Por tanto no podemos hacer un «canción a canción» sino una rutinaria autopsia de cada una de ellas: abrir, escuchar y cerrar.

Melissa – Sueños rotos

El becario de TVE se ha acordado de la función «efecto antiguo» del movie maker 1.0 para comenzar esta canción con un primer plano que recuerda bastante a Lydia antes de pasar por la clínica Bruselas. Un monótono ritmo de diapasón, presente en toda la canción, intoxica trágicamente los 77 segundos del extracto del que disponemos. El omnipresente pavés nos transporta a mediados de los años 90. Al menos podían haberle cambiado la ropa o la pulsera azul de mercadillo entre las escenas del estudio y el pavés.

Pavés, Mirela, Eslovenia.

Sin duda la causa de la muerte de este medio tiempo de relleno de cara B de cassette que no sube cuando debería subir como cuando se te olvida echarle la levadura en la receta del ‘bizcocho 3,2,1′ lo encontramos en la  siguiente estrofa: «Sueños rotos, flotando en mi corazón, ahora sé, todo lo que fue, tiene su porqué, todo es una opción«.

Como conclusión post-mortem: no creemos que tenga su porqué, ni compartimos que se hubiera valorado como opción este mierdón mirelón entre los 1.000 recibidos. Algo que parece sorprendió incluso a uno de los compositores  del tema, al que entrevistamos en exclusiva y que comentó que le pegaría a la joyera de Aranjuez.

Destino del cuerpo: Crematorio. Esparzan las cenizas en alguna pre austríaca de los 90.

Lucia Pérez – Abrázame

Inicialmente pensamos que Coraluna se había vuelto un ser de luz para cual Cocoon introducirse en el cuerpo de la gallega, ya que hay que esperar hasta el segundo 25″ para que se abran sus ojos. Aunque se agradece que la cambien de ropa para grabar en el exterior, parece que se ha puesto la chupa para salir al típico váter que ponen en el jardín y que a juzgar por su caradegeno sufrido rostro está o bien hecho una purquería u ocupado.

Desgraciadamente por mucho que intentemos evadirnos de la canción en sí, nos tenemos que tragar esta ranchera digna de VicenteOT3 creada por dos sospechosos habituales como son Ohlsson y G:sson.

Lucía, en el váter de fuera.

La evisceración musical muestra a una Lucía Pérez absolutamente incómoda hasta el subidón d’libro del minuto 1.00 que resuelve con solvencia pero los segundos musicales de piano midi que le siguen se hacen eternos y provocan una muerte lenta y dolorosa. No tiene pulso. Reservamos el cuerpo.

Destino del cuerpo: frasco de formol. Cambien ese puente, por favor.

Melissa – Eos

Efecto luz con difuminador. Rascacielos de ciudad latinoaméricana en vías de desarrollo. Baile wendysulquesco. Paseo de candidata a Miss Mundo. Sobredosis de mascarilla tono tierra. Pero reconocemos que el exceso siempre ha gustado a los eurofans d’libro, amantes del barroquismo y los instrumentos étnicos en escena que dotan a las canciones con credibilidad de Radio3. En principio nos convence el juego. Y nos hacen un guiño travesti que nos encanta con ese «Eos se convierte en mujer al amanecer«.

Eosrael, Eosrael, qué bonito Eosrael.

Sin embargo el truco místico/hijodelaluna/demusicales funciona a medias porque sin llamitas que salgan del suelo cada vez que dice «Eos» no nos lo terminamos de creer del todo. Y el travestismo al amanecer solo existe para aparecer tirada en una cuneta, como decía Raquel La Cuerpo. Finalmente nos rendimos a la evidencia, «Eos» no es «Etymón» ni «Safo».

La causa de la muerte: «Eos, una diosa sin más«. Sin rodeos.

Destino del cuerpo: embalsamiento parcial estilo inca. Llamitas, necesita llamitas.

Lucía Pérez – Que me quiten lo bailao

Todo OT2 se viene de golpe a nuestra memoria. Mai Meneses meets Elena Gadel. Vega canta a Enrique Anaut. «A fin de cuentas he disfrutao de todo lo bailao». Ese es el espíritu que hoy invade a los concursantes de OT2 tras ver pasar con los pies por delante al reality que hizo vender 200.000 singles a Danny Úbeda. Corría el 2003, año en el que Artesero se introdujo en una cueva con un ajuar de plata para componer canciones como esta.

Ritmillo de principiantes tocando la guitarra para esta canción de relleno en el Caribe Mix especial Mundial de Japón y Corea 2002. A otro perro con este hueso envenenado que hace cuatro años se llamó «Ley le lee». De qué sirve traducir las canciones inglesas al castellano para preservar nuestro idioma como si las que vienen de fábrica con la bandera rojigualda dicen «disfrutao«?.

Mi gente quiere bailar, mi gente quiere gossar

Nos preguntamos porque este cadáver no lo podían haber cantado Malena Gracia, Toñi Salazar o Coyote Dax en calidad de Jokers.

Causa de la muerte: «uouo uo uó, uouo uo uó»

Destino del cadáver: fosa común con el resto de Arteseradas. No olviden tul y satén, purpurina en la piel.

Melissa – Diamonds

Hay que remontarse al descubrimiento del cuerpo de Laura Palmer envuelto en plástico tráslucido para encontrar un cadáver tan resplandeciente como este. No hace falta alquilar plañideras, los mismos que siguen guardando luto por «Mi obsesión» harán cola tras el féretro lustroso y refulgente de este tema.

Las visceras no pueden ser más descollantes: «champagne«, «limusina en Milán«, «desfile en París«, «perlas negras«, «rubí«, «noches en el diván«… una verdadera lástima que todo este pielerío, joyerío y poderío se quede en simple scort de diplomático africano.

Plata, de la que caga la gata.

La realización pasa por aceptable, pero la producción liquida limpiamente este tema con la simple aparición de una pulsera de bisutería barata de las que regala Avón a las vendedoras que cumplen 25 años repartiendo belleza por los extrarradios de España.

Causa de la muerte: «/’da:imons/». Era tan fácil como haber escrito en el google traductor «diamonds» y darle a «escuchar».

Destino del cadáver: Sótano de algún local sin vender de un antiguo Opening o un Wall Street Institute. Le hacemos un Saw y que vuelva.

Lucía Pérez – C’est la vie! It’s all right!

A estas alturas la garrafa de plástico con formol tamponado al 10% sigue casi llena. No hemos podido salvar casi nada. La cizalla y las pinzas de Kocher han hecho su trabajo a la perfección, sin embargo llegamos con pocas esperanzas a este último fiambre de arreglos cabareteros y picantones.

Grüong, very grüong

El ritmillo nos ánima un poco el espíritu y mientras seguimos diseccionando con vistas a una fuente de azulejos llenos de óxido nos acordamos de la primera Chenoa, de Massiel buscando a un hombre y de Erica Magdaleno representando a Andorra en liguero. Error. El negatoscopio dice «Grüong«.

No pedimos que Lucía Pérez sugiera un pecho como Janet, ni siquiera que salga en plan Kate Hudson contoneándose en el ‘Cinema Italiano’. Lo que no nos gusta es que en un occiso como este con todas las papeletas para hacer un número de alto voltaje aparezca un «hoy gana el amor» que termine por joder la marrana arruinar las opciones de enviar por fin algo vistoso, erótico, sensual y travesti.

Causa de la muerte: Deiornai. Güicanfai. Grüong-o-rai. Mojigatismo galopante.

Destino del cadáver: Sacrificio a la Diosa Vesta mediante un ritual de fuego, para sentir su presencia cálida y amable.

En definitiva podemos concluir con que no es serio este cementerio y que realmente Eurovisión es un muerto para TVE, un pim-pam-pum de audiencia asegurada en el que vale todo, incluso momificado en formato midi.

El Cajón Desastre desea la mejor de las suertes a las finalistas de Destino Eurovisión, Lucía Pérez y Melissa. Esperemos que las dos continúen más allá de la vida eurovisiva y no se conviertan en dos serpientes gigantes, una clara y otra oscura, que se muerden mutuamente la cola, las cuales se sostienen y controlan para mantener el orden del universo.

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