La artista cuyo consumo de maquillaje mantiene a flote varias fábricas de purpurina de California, vuelve a ser noticia y no precísamente por su disco «Warrior».
Ha sorprendido a la prensa internacional admitiendo lo que El Cajón Desastre ya sospechaba: que nació con rabo.
«Cuando nací, todo el mundo se sorprendió al ver que tenía una especie de cola en la espalda. En realidad era un trozo minúsculo de hueso que estaba situado justo donde los animales suelen tener el rabo, pero me lo cortaron rápidamente y terminaron por robarme una parte de mi cuerpo. Ojalá lo hubieran dejado ahí, porque ahora podría estar presumiendo sin parar de ser una mujer con cola. Cada vez que cuento esta historia me pongo muy triste, ya que no dejo de pensar en cómo sería mi vida si tuviera rabo»
Aunque se trata de una malformación bastante infrecuente, nosotros le damos el beneficio de la duda a la intérprete de «Tu amor es mi droga». Y dado que este tipo de declaraciones son la única forma de que el mundo vuelva a hablar de Ke$ha, no nos sorprendería que se implante un rabo quirúrjicamente.
¿Acabará Kesha protagonizando el típico banner odioso sobre monstruitos humanos?
¿Qué opinará de todo esto el niño murciélago?