Lucia la lía.
Ella, que es TAN ella, que casi nos saca a todos del armario cuando ganó el Premio Nadal en 1997 con “Beatriz y los Cuerpos Celestes”, haciéndonos vibrar a todos la historia de su bollera drogadicta inadaptada Beatriz.
Ella, que es TAN ella, mordaz, lenguaraz, copiona presa de mil polémicas, ha decidido dar un paso adelante y entrar el universo particular de Mediaset España, rompiendo todos los moldes en Twitter con uno de los mejores hashtag ever #LuciaLaLia
Dice que debe dinero a Hacienda. O que lo debía y ya lo ha pagado pero se ha quedado tiesa. O que vendió a su madre para pagar una casa en Marruecos.
Poco importa, en realidad, los motivos de hacerle entrar en el reality de nuevo cuño “Campamento de verano”. Poco importa también que Esteban “Gandia Shore” pensara que solo era una señora que traía perros.
Una diva de verdad, una diva cajonera, no es una diva de verdad si no cumple los requisitos indispensables de haber pasado por Mediaset para enfrentarse a una nominación, previo lanzamiento desde un helicóptero, robo de comida o similar.
Tienes que participar en un reality para conquistar nuestros corazones, aunque a veces te baste con estar harta de la familia Rivera.
Veremos hasta cuando aguanta Lucia y si es capaz de alfabetizar al resto de concursantes.
Nosotros estamos desolados y extasiados a la vez. Se nos caído un mito, pero ha nacido una leyenda.
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