Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre, decía la madre de Boabdil. En el caso de Soraya Sáenz de Santamaría eso no se aplica porque ella ya es una mujer y por lo tanto llora como tal. Pero ¿podría cambiarse por un: «Llora como una mujer para dar penita y lavarnos la imagen, que nos hace falta»?.
Y es que los DRAMAS en el PP se suceden día tras día. Y hoy ha sido fiesta grande en la farmacia en la que los Populares compran habitualmente los ansiolíticos.
httpv://youtu.be/0GHOWaqD7IU
Soraya Sáenz de Santamaría se ha puesto tierna al anunciar que su partido se ha propuesto detener el drama de los desahucios, dar una segunda oportunidad a los españoles y SALVAR A LAS LADILLAS.
Sí. Las ladillas.
Hace unos días conocíamos la noticia de impacto mundial que nos dejó patidifusas: las ladillas están en peligro de extinción. Según los científicos, la depilación brasileña, que ha causado furor entre las travestis y mujeres de medio mundo, es la causante de que nuestras amigas las liendres pasen a engrosar la lista de especies que pueden hacer su aparición en Parque Jurásico 4.
Paralelamente a esa noticia se han ido sumando otras de evidente menor calado como que el tesorero del PP tenía 22 millones de euros escondidos en Suiza (y otros dos millones y medio en Nueva York); que el presidente de la Comunidad de Madrid tiene un ático de lujo en Marbella comprado de forma rara, siniestra, extraña y oscura; que Pierre Nodoyuna Ángel Carromero está en la calle y cobrando 50.000 euros al año como asesor del PP; que el gobierno indulta a un conductor kamikaze (al que defendió el hijo del ministro de Justicia) que mató a una persona…
Y así hasta que te aburras, porque ha habido de todo.
Pero a nosotros en El Cajón Desastre lo que nos ha sulivellado soliviantado ha sido, sin duda, lo de las ladillas. Y es que es un drama que nos afecta de cerca: nuestro becario no se hace la cera brasileña. Por eso entendemos a los dirigentes del partido a los que los dramas sociales les sobrepasan provocándoles llantos desconsolados y aplaudimos esta medida que NO frenará unos desahucios injustos que afectan ya hasta a las pobres Pthirus pubis.
Y es que, como ha dicho Soraya: le puede pasar a cualquiera.
Lo de tener ladillas. Y lo de que te desahucien. Menos si eres político claro, que en ese caso sólo te puede ocurrir lo primero.
Habrá gente que se pregunte: ¿es casual que el mismo día que se descubre lo de los 22 millones la vicepresidenta anuncie un fondo de viviendas sociales en un alarde interpretativo que podría arrebatarle a Anne Hathaway el Oscar? ¿Y que además las ladillas se estén extinguiendo porque están perdiendo sus casas?
Evidentemente, NO SÍ.
Es evidente que no se trata de una campaña de limpieza de imagen ¡qué va! en un día aciago para el Partido Popular. Está claro que esta medida está pensada para ayudar a los españoles fracasados a tener un techo bajo el que vivir mientras siguen pagando los pisos de los que ya les han echado.
Y lo sabemos a ciencia cierta porque Soraya es una mujer íntegra que sufre como Geno al pensar en las pequeñas ladillas todos esos niños que no tienen dónde crecer y ser felices porque sus padres son unos fracasados. Y da igual si el padre ha fracasado porque su jefe falsea resultados para poder despedir a gente acogiéndose a la última reforma laboral o si en el banco le estafaron haciéndole firmar unas participaciones preferentes o una hipoteca con cláusulas abusivas.
Da igual si su padre es un fracasado que se ha visto obligado a dejar de pagar su hipoteca porque la caja de turno se la concedió sabiendo que no podría hacerle frente o se la infló para que hiciera un crucero. Y da igual si su padre es un fracasado porque la clase política incumple sus promesas reiteradamente. Porque en realidad no eran promesas, eran palabras convertidas en lágrimas que se tornaron deseos que se llevó el viento.
Por eso celebramos emocionados y lloramos como Soraya al saber que el gobierno ha pegado un manotazo sobre su pubis la mesa y se propone sacar al mercado 6.000 viviendas con precios de alquiler reducidos, poniendo freno a un problema que afecta a miles de fracasados españoles y que causaron otros a los que nadie va a desahuciar.
Ahora, queridas Soraya y María Dolores, haced un bien por el medio ambiente y ya que parece que no tenéis vergüenza ninguna dejaos crecer un buen matorral que salve a las liendres de una muerte anunciada.
3 Comments