Pese a la inminente abdicación de Juan Carlos I durante las próximas Navidades, y el impacto que ésta tendría en el ránking de personalidades más buscadas en Google, ya ha sido publicado el informe Zeitgeist 2010 en el cual se relacionan las preferencias de los españolitos, enormes, bajitos, a la hora de utilizar la web galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación 2008.
Las búsquedas más populares en la cada vez más desmembrada España son «Facebook», «Tuenti», «Youtube» y «Hotmail», siendo esta tendencia una clara demostración del nivel de desarrollo intelectual de nuestra sociedad. Esta teoría se refuerza al encontrarse en séptima posición, como búsqueda más popular en Google, la propia «Google», sin que este hecho venga acompañado de aclaración científica, mística o choni que pueda hacerlo mínimamente comprensible.
De todas formas, desde ECD queremos destacar la poca fiabilidad que puede tener un informe en el que no se hallan entre las búsquedas más populares «porno», «tetas», «travestis» ni «Belén Esteban». Es más, la Princesa del Pueblo no se encuentra ni entre los Nombres Emergentes, ranking cuya primera posición ocupa la reportera de Sé lo que hicisteis, Paula Prendes, sin ni siquiera haber salido en el Interviú (por lo que ignoramos el interés que puede suscitar para ser buscada), y que se completa con una raruna colección de emosores al estilo de Nelson Mandela o la hermana de Sara Carbonero, y otros WTF tipo Paco González y Norma Ruiz, que es la pseudoactriz que intentó desempeñar el papel de La Peliteñida en la versión cutre española de Betty, La Fea.
Más basuraza a destacar de este desinforme es que el mayor incremento de búsquedas se lo está llevando Farmerama, que es el juego responsable de ese anuncio odioso con música country y dibujos de animales de ojos lastimeros, a cuyo creador deseamos, de todo corazón, la muerte más lenta y dolorosa que pueda advenirsele. Asímismo, las búsquedas de economía están encabezadas por «Ikea» y «Catálogo Ikea», en Salud aparece «Asco de Vida» y en Sociedad, «Mujeres y Hombres», en lo que parece un claro olvido por parte del becario de turno de incluir el «y viceversa».
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