La mayoría de nosotros, los maricas homosexuales hemos tenido un drama durante nuestra infancia. Lejos de las dudas sobre nuestra identidad sexual siempre ha hubo algo que nos planteaba un mar de incertidumbres llegada la navidad: Los juguetes de Reyes.
Esto es conocido mundialmente como CHIQUIDRAMA.
Si tu eres de los que en el fondo preferían los Pin y Pon a los Playmóbil, este post está hecho para ti. He aquí cinco «Guilty Pleasures» Esos cinco juguetes que posiblemente rondaron tu cabeza a la hora de redactar tu carta a sus majestades de oriente.
Diseña tu moda: Saca la mamarracha Ágatha Ruiz de La Prada que hay en ti.
El juguete favorito de tu prima Jessi. Si en los 90 soñabas con trabajar en Telecinco y vestir a Loreto Valverde,el primer paso en tu carrera, sin duda era Diseña tu moda. El mecanismo del juguete era sencillo: Una base circular en la que van incustadas siluetas de modelos con diferentes prendas (Faldas, pantalones, camisas…) para crear numerosas combinaciones. A pesar de esperar unos grandes resultados, lo más lógico es que la muñeca del dibujo acabase hecha un cuadro. El uso rotulador era lo que marcaba la diferencia cuando las dotes artísticas de tu prima no eran muy avanzadas. Y sin saberlo ella en el 94 ya había diseñado la portada de «Applause».
Mis peinados preferidos de Play Doh: El favorito de la Pelopony
Una muñeca, a la que le rellenas la cabeza de plastilina y tras girarle el brazo esta se cubre de cuchu de dicha pastilina a modo de cabellera, la cual puedes dar forma recortando, peinando, haciendo trenzas…no es nada más que una puta maravilla.
Y si encima en el anuncio sale Leticia Sabater, ¡Apaga y vámonos!
No queremos ni imaginarnos la cantidad de malditas peluqueras que habrán surgido con los años tras el uso masivo de este juguete.
¿A quién no se le ha pasado por la cabeza pedírselo a los Reyes?.
Linea Directa: Zorreo prematuro para niñas inquietas.
Ahora tienes el Grindr, pero en los 90 mucho antes de la llegada de los Smartphones, la única forma de ligar con chicos cuya foto de perfil era mas falsa que la cara de Belén Esteban, era jugando al Línea Directa. Un juego pensado para chicas de entre 12 y 14 años y cuya finalidad era descubrir a través de falsas llamadas telefónicas a tu stalker admirador secreto. Muchas se cansaron enseguida y pronto pasaron a la acción ligando con chicos de verdad gracias a las estrategias aprendidas jugando al Línea Directa. Toda una generación de Vanesas, Sorayas y Yolandas que supieron aprovechar las bondades de un buen morreo en un portal antes que perder el tiempo con llamadas telefónicas.
Mansión de Chabel: La casa de tu vida.
Chabel, por así decirlo, era la chica del montón en el mundo de las muñecas y además se llamaba casi como Chabeli Iglesias lo que le daba un halo de famoseo importante para una niña de 10 años. Creada en España nada tenía que envidiarle a Barbie, que era más rubia y tenía les tetes mucho más grandes. A finales de los 80 se vendían como churros (Hasta hubo una edición especial Madonna) pero lo mejor era que entre otras cosas, Chabel tenía una maravillosa casa que rivalizaba directamente con las mansiones de la muñeca de Matell. Tu querías el Chalé de Chabel, con luz, TV, y decoración Pop Art, pero tuviste que conformarte con la granja de playmobil. ¡Dura infancia!
Shopping: Aprendiendo a fundir la visa oro.
A pesar de ser el más desconocido para el gran público, sabemos que este juego estuvo rondando alguna que otra mente a la hora de escribir la carta a los reyes. Una especie de juego de rol cuyos personajes no son ni seres mitológicos ni magos. Las protagonistas son señoras que ayudadas del crédito de sus tarjetas bancarias, deben de recorrer un tablero en forma de centro comercial comprando en todas las tiendas, aprovechando rebajas, oportunidades y liquidaciones. Obviamente ganaba la que primero arrasaba con todo. Toda una oda al comsumismo que inculcaba valores tan importantes como el odio hacia tus rivales, hipotecarse hasta la saciedad y sore todo, comprar sin parar.
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