Cuando en los pasados JJOO de Londres Gemma Mengual se estrenaba comentando la natación sincronizada, dejó atónitos a propios y extraños con comentarios más propios de Risto Mejide o Simon Cowell que de una comentarista deportiva, dejando perlazas de la talla de dar a entender que las egipcias eran campeonas africanas porque en África tampoco es que hubiera muchas más piscinas, todo ello descojonandose de la risa entre carcajadas. Muchos se preguntaron de donde le venía la maldad a una deportista olímpica de esa talla que sabe el esfuerzo que supone unos JJOO, pues a día de hoy tenemos la respuesta: Anna Tarrés.
Ahora que tanto se llevan los “coaches” y que desde la Federación del deporte más travesti le han dado boleto, un grupo de ex nadadoras han decido sacar toda la mierda verdad a la luz. Al parecer durante los 15 años que Anna Tarrés ha estado entrenando a la selección de sincro, estar en la piscina era supuestamente peor que Auswitch y el Centro de Formación de Supermodelo juntos. Según una carta enviada a los medios por un grupo de nadadoras todo eran gritos, insultos, malos modos y frases lapidarias que dejarían a Encarna Sánchez como una hermanita de la caridad.
¿V de victoria o proposición de cunilingus?
En la carta explican el “modus operandi” de la entrenadora, que bien se asemeja al de cualquier “mean girl” de película adolescente americana: intentar opacar a cualquiera que te pueda hacer sombra, a la mínima que te rechisten tus secuaces decirles que hay una legión de chicas esperando ocupar su puesto y hacerlas vivir bajo la ley del más fuerte en la que evidentemente ellas son las más débiles, porque entre otras cosas, tu no paras de repetírselo. Al final de la carta hay un apartado de testimonios personales como en El Diario de Patricia ,en el que se recogen situaciones dignas de las mejores villanas de telenovelas:
–«Esto es una dictadura y yo soy la dictadora«. Si fuera una monarquía evidentemente sería la reina.
–«Habrás quedado bien en figuras, pero con lo gorda que estás no puedo desfigurar el equipo«.
–«No vengas a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve«. A una niña de 14 años por no hacer lo suficientemente bien una figura.
–“Esta medalla no te la mereces, no has hecho nada por conseguirla…Es para mi hija que le hace mucha ilusión” . A Paola Tirados, después de llevar 15 años en la selección y tras bajar del pódium del pre Olímpico de Pekín 2008.
–“No estés tan contenta que los méritos no son tuyos, sólo has tenido la suerte de llegar en este momento”. A una nadadora que le iba a enseñar la medalla del mundial a su familia.
Sue Sylvester, gran referente de Anna
Evidentemente tras esto se ha liado parda formado un gran revuelo mediático, en el que algunas nadadoras incluso han salido en defensa de la versión española de la entrenadora de animadoras de Glee, Sue Sylvester. Gemma Mengual ha venido a decir que no es el momento de sacar mierda, y menos cuando ella entra a formar parte del equipo técnico. Andrea Fuentes, la actual capitana, ha declarado que muchas han firmado la carta como si fueran nadadoras de la selección sin ser ellas nada de eso, y que no todo el mundo vale para la élite, vamos que las ha llamado flojas.
Ante esto, y como dudamos mucho que vuelvan a contratar a Anna como entrenadora de cualquier cosa, desde ECD le proponemos múltiples opciones laborales que encajarían con su perfil. Podría realizar la versión española de “Tabatha, te necesito”, poniendo firmes a las peluqueras de barrio de toda la periferia española, también encajaría como la sustituta de Pedro García Aguado en “Hermano Mayor”, metiendo en vereda a todas las chonis que le pusieran por delante haciendo que les temblaran hasta las extensiones. Otra opción seria presentar el remake de «El rival más débil», añadiendo en el plató una piscina para dar más dramatismo a despedidas como esta:
Y ya sin ninguna de estas ofertas encaja con ella, siempre puede hacerse redactora de El Cajón Desastre, que con su mala leche podria hacer que incluso nos interesaramos de una vez por el deporte, que a parte de la natación y las competiciones de salto de trampolín, poco nos importa.
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