Si hay algo que caracteriza esta semana es, dicho claramente, que vamos de culo. El país al borde de la quiebra económica, PP y PSOE más preocupados por mantenerse en el poder que por arreglar la situación, Chenoa ofreciéndose para ir a Eurovisión cuando las canciones de su último disco no hay por donde cogerlas…
Y para hacernos olvidar nuestros problemas nos llegan desde más allá noticias mucho, mucho más anales. Esta semana se habló de Sasha Grey, una actriz porno experta en sexo anal, que escandalizó a la sociedad americana cuando supieron que estuvo en un colegio de Los Ángeles enseñándole sus películas leyendo cuentos a los niños. Suponemos que el drama vendría porque alguno de los niños, de 5 y 6 años, pudiera reconocerla de las películas que sus padres tuvieran por casa.
Sin embargo la noticia que más asombro y escozor nos ha causado es la presentación del libro Stuck Up, que trata de 100 objetos ingeridos e insertados en lugares donde no deberían estar. Y aunque parezca ciencia ficción o una macabra campaña publicitaria de Toy Story 4, la siguiente radiografía es real:
Efectivamente, es Buzz Lightyear, que literalmente ha llegado hasta el infinito y más allá. ¿Pero cómo ha podido introducirse por el recto de un ser humano? Bueno, habrá sido el típico accidente que salía de la ducha y resbalaba sobre el objeto, o que se sentaba sobre la cama con tánto ímpetu que se le introducía la botella de agua o cualquier objeto fálico que suele haber por casa, acechando de forma desafiante ante cualquier descuido para meterse dentro. Nótese además que Buzz tiene las alas desplegadas, lo cual nos hace pensar que podría tener vida propia y decidió vengarse tras ser succionado analmente.
El libro está escrito por 3 doctores, que recogen radiografías donde documentan gráficamente lo que no creeríamos si no lo viéramos con nuestros propios ojos. La mayoría son objetos de uso cotidiano que de alguna forma fueron a parar al interior del cuerpo humano.
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