«El muerto al hoyo y la viva amontar pollos«. Al menos esto es lo que se puede sacar en claro tras ver el pifostio en el que se ha metido nuestra querida cantautora Marta Sánchez sin comerlo ni beberlo.
Hace unos meses, la muerte Juan Tarodo, batería y fundador de Olé Olé, ponía de nuevo al olvidado grupo en el plató de Qué Tiempo Tan Feliz los primeros puestos de los buscadores.
Como no puede ser de otra forma en la industria musical, tras la muerte del músico se acordó un disco homenaje producido por Warner en el que estaba previsto la participación de las 3 cantantes que habían pasado por Olé Olé: Vicky Larraz, Marta Sánchez y Sonia Santana. Las artistas se comprometieron oralmente (sin firmar un contrato, queremos decir) a la grabación de unos temas en este proyecto.
Todo hubiera sido de luz y de color si no fuera por silenciosa desaparición de Marta Sánchez en el momento de grabar el disco. Sin dar explicación alguna Marta se ha autodesbancado del proyecto.
Mientras sus compañeras de grabación han dejado de lado sus vacaciones para poder participar en tan sentido homenaje, las prioridades de la intérprete cuya canción más popular en Spotify es «¡Ay Haití!» son diferentes. Tras el éxito del concierto «Ídolos» en México, el promotor Hugo Mejuto estaría cerrando una fecha en España, sustituyendo a La Josa por alguien a la altura del nivel de popularidad de Marta y Mónica Naranjo en nuestro país, que podría tratarse de Pastora Soler.
Por el momento y ajena a las manifestaciones de funcionarios todas estas habladurías sobre su carrera musical, Marta relaja la raja se relaja en las plazas ibicencas, sin una discográfica que apoye el proyecto de su disco dance anunciado para 2012 y sin más planes que ese hipotético concierto en España.