Ayer Telecinco enterró definitvamente a los cadáveres musicales que se descomponían a pasos agigantados en el escenario de OT 2011. Ante 2.576.000 asistentes al duelo, se coronó como cadáver mejor conservado a Kike San Francisco Nahuel, por delante de Álex y Jefferson, que fueron incinerados automáticamente.
Nahuel, tras conocer que OT acababa
La ceremonia comenzó con la llegada de otros cuerpos provenientes de ultratumba, para hacer del programa algo super-entrañable y entristecedor. Tras tomar asiento, los cadáveres de este año bailaron arrítmicamente al son de Thriller I gotta feeling, aparentando seguir vivos, cuando la realidad es que habían sido inyectados con algún compuesto desconocido que hacía que sus cuerpos inertes se movieran. Todo en playback, por supuesto.
El cura que oficiaba el entierro, Nina Openmouth, abrió las mandíbulas de forma poco común en el reino animal para asegurar que «se han cargado el programa, lo han fulminado», aunque todo era una excusa para, posteriormente, soltar cuatro gorgoritos en prime-time acompañada al piano de algún aficionado que habrían encontrado a última hora.
Los cadáveres fueron desfilando uno tras otro sin pena ni gloria por el escenario, acabando cada actuación con frases como «Viva OT», «Yo soy un triunfito» o «Weeeeeeeeeeee» , y ante el dolor de los presentes, se arrastraban hasta el jurado para escuchar frases superbuenrollistas que nadie se creía.
Previamente, la auténtica ganadora de OT, Geno, fue expulsada oficialmente del sepelio en un duelo a muerte con Coraluna en uno de los enfrentamientos más inciertos de la historia de OT.
Geno y las secuelas de su dolor.
Haciendo honor a su estatus de sufridora de España, la audiencia le dio el guantazo final a la tinerfeña convirtiéndola en la primera y última expulsada de OT, todo un récord.
Finalmente, los cuerpos fueron sometidos a votación masiva tras varios interval-acts random con el resultado de Jefferson, Nahuel y Álex como candidatos finalistas.
Tras cinco minutos de líneas abiertas, el resultado, más previsible que una canción de Rafael Artesero, se saldó con la victoria del cadáver Kike San Francisco Nahuel, entre lágrimas y aplausos.
Tras sacarles nuevamente los cuartos a los incautos televidentes, Blu:Sens Music repartió «carreras musicales» a varios cuerpos aunque no hubiesen tenido un mísero sms en su casillero a la hora de las votaciones.
El final, … el esperado. Todos los muertos de ayer y hoy ardieron en el crematorio cual ninots valencianos, dibujando entre las llamas muecas de horror para disfrute del personal.
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