Tenía que pasar: Salvador Raya la lía parda

Ver los vídeos de Salvador Raya en Youtube es como ver una peli de Destino Final o a Yola Berrocal en el plató de Sálvame Deluxe: sabes que por más que intenten salir ilesos les van a dar por todas partes. Aunque en el caso de nuestro amigo Salva, si lo has ido siguiendo en sus intervenciones, lo que esperas no es que muera atravesado por la antena de la radio AM-FM que su madre acaba de comprar tras resbalar en el baño o que Mila Ximénez le grite alguna bordería a la cara, sino que acabe liándola parda hablando de lo que no debe.

Para el que no lo conozca Salvador Raya es el típico friki que sube sus vídeos a Youtube en plan serio y que, consciente o no, acaba convirtiéndose en Letizia Sabater una parodia de si mismo. Porque aunque la gente dice que qué guay y le apoyan y le aplauden y le animan, en realidad se parten la caja a su costa. Como Dámaso en Gran Hermano el niño tontito del cole al que todos dicen querer mucho y gastarle bromas de mal gusto por cariño. Vamos, que no sabe diferenciar cuando se ríen de él o con él. Y con él no suelen reírse nunca.

Lo que hace especial a Salvador es que se dedica a subir vídeos comentando noticias de actualidad como si fuera el presentador de un telediario. Pero Salvador, en pleno ataque IñakiGabilondesco, ha acabado pasándose a dar directamente su opinión (en diversos vídeos que el llama «tutoriales») sobre varios temas que incumben a la sociedad. Y ha ocurrido lo mismo que cuando Marichalar le dijo a Froilán «Mira qué escopeta más bonita»: que se ha disparado a si mismo.

httpv://www.youtube.com/watch?v=OI53SlJHL0w

Salvador se presenta ante nosotros con sus gafitas del H&M colgando del cuello para contarnos «la verdad y mi opinión» sobre un tema apasionante y en el que es imposible cagarla: «Gays, lesbianas y demás sexos«. Salvador da muestras de su visión experta sobre el tema diferenciando a gays y lesbianas porque «unos son los chicos» y las otras «son las chicas», y continúa diciendo que los gays se juntan con los gays y las lesbianas con las lesbianas porque si se juntara un gay con una lesbiana «sería otro sexo que otro día ya os hablo de él«.

El vídeo, de 6 minutos y medio de duración, es todo un compendio de frases homófobas y absurdas al más puro estilo Margarita la de la Cope, lleno de topicazos como «no tengo nada en contra de los gays, conozco a gays que son personas maravillosas» o «cuando se junta un gay con un hombre natural existe un enfrentamiento en si, porque la verdad es que es un poquillo asquerosete ver a un gay besándose con otro gay en la calle». Y cuando no suelta un tópico suelta una burrada, como cuando, armándose del valor que parece faltarle a la comunidad científica de todo el planeta, se pone a explicar las posibles causas de la homosexualidad. Eso sí, recalca una y otra vez que es su opinión y que hay que respetar a todo el mundo. Pero, evidentemente, está mal que un niño vea esas cosas.

De la clase de zoología avanzada que nos da sobre la sexualidad de las perdices preferimos no opiniar. Y tampoco del momento Ana Botella con la manzana y la verga berenjena.

Salvador, que ha debido recibir más palos que Noemí tras decirle a María lo de «Cuida de Julia«, ha publicado otro vídeo pidiendo disculpas si ha ofendido a alguien por expresar su opinión y prometiendo que borrará el vídeo de Youtube. Tranquilo, si lo hace lo republicaremos en algún otro lado porque a nosotros nos encanta hacer daño informar con pelos y señales.

El gran problema que tiene Salvador, al igual que mucha gente que ha comentado ambos vídeos y otra mucha gente que pulula por nuestra sociedad, es lo que en esta redacción llamamos el «Síndrome de Intereconomía». O lo que es lo mismo: soltar cualquier burrada homófoba, racista, xenófoba o de cualquier índole ofensiva, amparándose luego en su derecho a expresarla, tergiversando el significado de la palabra «opinión» y de la expresión «libertad de expresión» (valga la redundancia).

Lo que alguien debería explicarle a nuestro amigo Salva (además de la diferencia entre SEXO y SEXUALIDAD) es el significado de la palabra opinión. Según la R.A.E. una opinión es un «Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable«. Partiendo de la base de que para un ser humano racional y medianamente inteligente el respeto a las diferentes condiciones sexuales debería ser algo incuestionable, resulta evidente que la homofobia no es una opinión. Igual que no lo es el racismo. O la xenofobia. Que no se puede justificar un comentario discriminatorio u ofensivo basado en el prejuicio más cateto con la manidísima frase de «siempre desde el respeto». Que es absurdo proferir una falta de respeto hacia todo un colectivo, aunque la sueltes con todo el respeto del mundo. Porque lo peor de todo esto es que no nos cabe la menor duda de que Salvador no es consciente de que sus opiniones son de lo más homófobo que hemos visto en mucho tiempo, porque la homofobia no es sólo el insulto directo. Hacer afirmaciones tan irrespetuosas e ignorantes como las que hace él sobre «los gays, las lesbianas, los tresexuales, los bisexuales, los homosexuales y los asexuales» también es homofobia.

Pero sobretodo, lo que alguien debería hacer es cortarle la conexión a Internet. Y liberar a la perdiz, que el pobre animal no tiene la culpa.