Con esta frase podríamos resumir con precisión lo que ha sido la trama principal de esta surrealista cuarta temporada de la serie vampírica True Blood, cargada de escenas sin sentido y cuyo único interés ha radicado en ver desnudo al actor Joe Manganiello.
La actriz, presentadora y modelo colombiana Paola Turbay interpreta a Antonia Gavilán, una bruja española nacida en Logroño, a la que no parece gustarle demasiado que los vampiros le toquen el coño. Algo extraño, porque en la serie, si algo hacen estos seres de la noche ávidos de sangre, es penetrar a las dulces muchachitas con sus penes enardecidos.
Pero esta trama de una bruja de la Edad Media que vuelve en forma de espíritu a poseer a otra bruja y liarla parda, ha generado más mofas que expectación. Básicamente porque el acento de los vampiros y las brujas del supuesto Logroño, representados todos ellos por actores latinoamericanos residentes en USA, era tan ininteligible que costaba saber si hablaban castellano o estaban invocando al demonio en latín arcaico. Sin contar que, Marnie, la bruja poseída (interpretada por la actriz irlandesa Fiona Shaw, tía Petunia en Harry Potter) tenía un aspecto más ridículo que amenazador. Tanto es así que, cuando se fusionaban, los fans americanos la llamaban Martonia. Con tó su coño moreno.
httpv://www.youtube.com/watch?v=2IvpAcpEvaY
Da más miedo la madre de Aída Nízar cuando dice aquello de «Por Alá; Ospiti» que los conjuros de estas brujas de tres al cuarto. Ahora, para hacerte mear de la risa, son las jefas.
Por eso, la red, que siempre ha sido muy hija de puta sabia ha sabido sacarle punta al tema y generar todo un fenómeno fan alrededor de tan controvertido personaje, llevándolo a otra dimensión.
Así que ya podéis haceros fans de la página oficial de Facebook:
http://www.facebook.com/pages/Soy-Antonia-Gavilán-de-Logroño-Vampiros-del-mundo-comeos-to-mi-coño/252042201492635
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