La noticia está en boca de todos: Varios curas, defensores de la moral, la ética y la fe intentaron practicar tocamientos inconfesables con inocentes adolescentes. ¿Dónde? En Granada ¿Es nuevo? No ¿Por qué hablamos de ello? Porque ahora, como en todo, está involucrado el festival de festivales: Eurovisión.
Todos conocemos la movida de curas pederastas (sorpresa, sorpresa…) lo que no sabíamos es que estas personas eran eurofans.
La alarma saltó el pasado viernes 21 de noviembre en el programa serio de Cadena Ser, Hora 25, donde Angels Barceló entrevistó, en perfecto castellano, a Ernesto, una víctima de intentos de tocamientos. Ernesto se tuvo que parapetar en un nombre falso y una voz distorsionada y varonil para contar su experiencia.
Al parecer los curas eurofans, en concreto el protagonista del relato de Ernesto, se citaba con la muchachada para ver la televisión. Según el protagonista cualquier escusa era buena: fútbol, festival de Eurovisión… y por extensión también los reunía para ver el Melodifestivalen, Melodi Grand Prix, Eurojunior o incluso festivales descargados de Youtube de los 70 u 80. Creando así de esta manera el ambiente idóneo para, creando tensiones y sufrimientos, lograr el clima homo-erótico indispensable para bunga-bunga. Una vez más, el clero a la vanguardia de las triquiñuelas sexuales más avanzadas y de mayor éxito.
«Usaba artimañas conocidas y habituales, aprovechando el entorno de una misa, el párroco joven llega, y te invita aprovechando determinados eventos que puedan existir, ya sean religiosos o sociales; como un partido de fútbol o el Festival de Eurovisión«.
Querido Ernesto, denotamos de tus declaraciones que eres fieramente heterosexual, porque si tuvieras dos dedos de frente hubieras deducido que cualquier homosexual, y por extensión cualquier miembro de la Iglesia Católica, que te hubiera propuesto ver, o incluso tan solo charlar, algo relacionado con Eurovisión llevaba intenciones malsanas debajo de la sotana. Eso sí, después de las votaciones y la actuación final del ganador, porque una cosa es querer violar a un menor y otra, muy diferente, interrumpir el sagrado visionado de un festival para practicar el pecado, que, siendo a la sombra del Festival Europeo de la Canción, se convierte en menos pecado y da más gustito.
¿Sería uno de los festivales elegidos para las orgías el de 2013? O lo que es lo mismo ¿La voz entrecortada y gatuna de Raquel del Rosario sirvió de banda sonora de una oleada de seducción vaticana en Granada? ¿Cómo lo hubieran conseguido sin extallar en carcajadas?
Y la pregunta final: Señores miembros de la Sacra Iglesia Católica: Si un adolescente no presenta interés por Eurovisón… ¿Por qué siguen intentándolo con él? ¿No prefieren andar sobre seguro?
El arzobispo de Granada, chateando inocentemente con un preadolescente de Eurovision-Spain.com
