Courtney Love también celebra el 20 aniversario de Nevermind… a su manera

Recientemente se celebró el 20 Aniversario de uno de los álbumes más influyentes en décadas: Nevermind, de Nirvana. Algunos talibanes de Lady Gaga considerarán que está sobrevalorado, pero realmente marcó una época e hizo que todos oyéramos hablar del grunge y Seattle. Para la ocasión se reeditó en una versión especial que en UK alcanzó el més pasado el top 5. Y ya sabemos todos que la historia acabó trágicamente con el suicidio de Kurt Cobain a los 27 años.

Courtney Love, actriz ocasional y vocalista de la banda Hole, no ha podido en 20 años quitarse la etiqueta de viuda del cantante de Nirvana. Y no porque no lo haya intentado, no ya por su música, que pese a tener un cierto éxito nunca llegó ni a acercarse al de la banda de su marido, sino por sus escándalos. Pocas drogas le deben quedar por probar a Courtney, que admitió haber tomado heroína durante los primeros meses de su embarazo. Muchos son los momentos para recordar que nos ha dejado en sus apariciones televisivas, como cuando atacó e interrumpió a Madonna tras los premios MTV en 1995, o esta entrevista de 2004 en el Show de David Letterman que no tiene desperdicio.

El último escándalo que le ha vuelto a llevar a la prensa ha sido protagonizado en S‚àö¬£o Paulo, Brasil. En un concierto de Hole, un fan sostenía en alto una foto de Kurt Cobain, lo que volvió Maria Luisa Santiago loca a Courtney:

«No necesito ver una foto de Kurt, capullo, y voy a hacer que te echen si la sigues sosteniendo en alto. Yo no soy Kurt. Yo tengo que vivir con esta jodida mierda, y su fantasma, y su hijo, cada día«.

«Vete a ver a los jodidos Foo Fighters y hazles esa mierda» (Foo Fighters es el grupo que fundó Dave Grohl, batería de Nirvana, tras la muerte de Cobain)

Y tras un bonito gesto con el dedo y amenazar al fan, Courtney Love abandonó el escenario.

Pero lo más surrealista estaba por llegar, y es que solo consintió volver y terminar el concierto una vez que uno de los miembros del personal hizo que el público coreara «Foo Fighters son gays«. Tan surrealista como fabuloso.