Ayer os dábamos la noticia de que el párroco de Getafe y el de Fuenlabrada estaban de uñas por la presunta homosexualidad de este último, que aseguraba que eso era imposible puesto que no tenía el ano dilatado, ni tenía sida, y ni siquiera había visto a sus padres copular ni había sido acosado sexualmente por otro varón en su infancia, a diferencia de tí o de mí que lógicamente cumplimos todas esas condiciones sine quanum.
Según el obispado, el párroco estaría manteniendo una relación con su seminarista, total, un drama de historia como de peli de Almodóvar, pero que nos temíamos que en la práctica fuese mucho menos exótica, ya que nos imaginábamos al seminarista como una mezcla entre Dámaso GH12 y Rafa GH4.
Para nuestro asombro, nos habíamos equivocado de reality, ya que Yannick Delgado tiene mas bien pinta de Tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa, pero de los buenos, es decir; de lo que no tienen ni el graduado escolar y por lo tanto no tienes que aguantar conversaciones absurdas en la Posada de las Ánimas para ligártelo, sino simplemente enviarle un sms con palabras cortas y de fácil comprensión para que venga a tu casa a darte lo tuyo y lo de tu prima y a la mañana siguiente comprobar que te ha devalijado por completo la casa se ha despertado a las 6 de la mañana, se ha hecho una tortilla de 6 huevos, se ha ido a correr, y ha vuelto a tiempo para decirte que ha pasado una noche maravillosa. (pero sin usar la palabra «maravillosa», sino algún sinónimo de 2 sílabas)
Nuestro corresponsal en Fuenlabrada nos ha enviado unas fotos que vendrían a demostrar que músculos, tatuajes y crucifijos es una combinación que no solo existe en la mente de Lady Gaga a la hora de grabar videoclips.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ¡ten piedad de nosotros!
Típica foto en plan Jose Galisteo perfil gay
Yannick, en alguna discoteca horrible de Fuenlabrada escuchando El Arrebato, La Húngara, y mas flamenquito del bueno. Por supuesto sin bailar para no levantar sospechas, sino simplemente manteniendo una pose entre masculina y neonazi que tan protegidos nos haría sentirnos a su lado.
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