Esta mañana los norteamericanos se han sorprendido por un gran rectángulo negro que censura el logo de google. Los cientos de miles de usuarios que consultan diariamente Wikipedia se han encontrado con que la página ha echado el cierre durante 24 horas. Y poco a poco cientos de webs americanas se están sumando a esta huelga decisiva para el futuro de la red. Unas echando el candado durante todo el día, otras con medidas menos drásticas.
Y es que han dedicido pasar a la acción y presionar para que no se apruebe la SOPA/PIPA, la ley antipiratería que está a punto de ser votada en el Congreso de Estados Unidos. SOPA son las siglas de la ley estadounidense en trámite de aprobación llamada Stop Online Piracy Act. Es una nueva vuelta de tuerca al reforzamiento de las leyes de propiedad intelectual que no tiene inconveniente en restringir y limitar nuestra libertad de expresión en Internet. SOPA es un proyecto de ley introducido en la Cámara de Representantes de Estados Unidos el pasado mes de octubre de 2011, con el objetivo de ampliar las capacidades de los propietarios de derechos intelectuales para supuestamente combatir el tráfico de contenidos en internet y productos protegidos por derechos de autor o por la propiedad intelectual. Este proyecto de ley permitiría al Departamento de Justicia y a los propietarios de derechos intelectuales obtener órdenes judiciales contra aquellas webs o servicios que permitan o faciliten supuesto el infringimiento de los derechos de autor. Además las penas propuestas por la ley son desproporcionadas, ¿cinco años de prisión por cada diez canciones o películas descargadas dentro de los seis meses de su estreno? Demencial.
La aprobación de la SOPA cambiaría internet para siempre tal como lo conocemos hoy. Las redes de navegación anónimas se volverían ilegales, y nuestras comunicaciones serían oficialmente espiadas para poder determinar si incumplimos la ley. Sitios donde se incentiva el contenido generado por el usuario no podrían operar porque sería prácticamente imposible vigilar cada cosa publicada con el miedo de recibir una demanda desproporcionada pues la ley no distingue entre proveedor o usuario en estos casos. Uno de los aspectos básicos de la web se vería afectado: enlazar por medio a hacerlo a un sitio que tal vez sea sospechoso de violar la propiedad intelectual de una obra. Al enlazar también se estaría incumpliendo la ley SOPA.
SOPA es un atentado a la libertad de expresión. Al igual que la Ley Sinde, la creación de una «lista negra» de webs no accesibles es un peligroso precedente sobre el cual gobiernos y empresas pueden actuar para censurar y controlar información en base a intereses económicos y políticos.
El problema no es la forma en que la gente accede y comparte información, sino la falta de una reestructuración de las leyes internacionales de propiedad intelectual que deben ajustarse a nuestros tiempos, a la forma en que las personas usan la tecnología que nos acerca a la cultura y la manera en que la compartimos.
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