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Estuvimos en la presentación del libro «10 años en Gran Hermano»

Ayer fue una tarde muy fría tipo «los pezones me rompen la camiseta» bonita y especial para todos los fans del reality más famoso del mundo. Y sobre todo para los fans del GH español. Pasadas las siete de la tarde se presentaba en ese sitio francés que nadie está boicoteando ni nada Fnac Callao el libro de Gilda Santana: «Diez años en Gran Hermano: Diario de una guionista«. Somos tan formales que por poco no llegamos.

Un breve apunte sobre el libro: es una maravilla para cualquier fan del reality; pero es un texto indispensable también para todo al que le interese el medio. La escritora no solamente nos relata los entresijos del programa y nos resume las diez primeras ediciones de una manera en la que te queda claro que no es que controle el asunto, es que es una auténtica maestra que además ama su trabajo y lo transmite en cada línea. Para nosotros es un manual de iniciación al guión no tan encubierto que hace las delicias de cualquiera al que le motive mínimamente la escritura y un interesante ensayo sobre el género que está desvirtuando MTV que ha cambiado la forma de hacer las cosas en el medio, donde la autora reflexiona y teoriza con una seguridad y conocimientos que ya quisieran para sí muchos de los que se atreven a llamarse críticos televisivos.

Llegamos casi tarde, pero llegamos. La sala atestada. Nosotros -que somos muy avispados- logramos distinguir a «colegas» de Zapping Magazine, de Cromosoma X, del club de fans de Belén Esteban -¿?- e incluso al Gato. Lógicamente se encontraba también gente de esa que nunca deja a Tom_Clad ser concursante de Zeppeling.

Antes de empezar el acto propiamente dicho, Chiqui hizo acto de presencia desatando histeria entre la gente loca por aparecer cinco segundos en su reportaje para Sálvame para felicidad de sus admiradores. Unos minutos más tarde aparecían detrás nuestra Mercedes Milá, Pepe Herrero de Gh7, Pedro Oliva de Gh4, el señor de Anaya y Gilda Santana, la escritora del libro.

Como tenemos un imán para los dementes las anécdotas, desde que empezó el evento tuvimos al ladito a un personaje que no dejaba de lanzar improperios de esquizofrénico de manual, dando a Mercedes Milá vía libre para lanzar toda su artillería al más puro estilo «Diario de..» inquiriéndole que si no deseaba estar allí se fuera a la López-Ibor su casa. Inmediatamente el padre de Pepe, que se ve que en Supervivientes se hizo experto en lidiar con freaks, se acercó para ponerle en su sitio en un tono tan poco diplomático como necesario.

Gilda tiene un carisma inusitado. Si bien es cierto que su exposición mediática es reciente y colateral al lanzamiento de su libro, se mueve con soltura y transmite aserto a todos los que nos hemos leído el libro, siendo modesta hasta el punto de ceder relevancia a los personajes populares padrinos del evento. Y es aquí dónde la cosa empezó a fallar.

Pareciera que los lectores reales fuéramos minoría. Hay que matizar que estos actos se realizan entre otras cosas para fomentar las ventas y que muchos iban con su bolsita de Fnac con el libro recién adquirido. El grueso del discurso de Mercedes se basó en lo acontecido hasta la fecha en Gran Hermano 12+1, de hecho se habló más de Aris (sic) o del abandono del Papafrita que del libro propiamente dicho. Aunque la culpa fue, en su mayoría, de los asistentes. Interesados más en el proceso de cásting de los concursantes -que apenas se menciona en el texto de Gilda- o pidiendo la vez para preguntar temas que en el libro se explican una y mil veces o directamente tonterías. Tenemos que romper una lanza a favor de Mercedes, que si bien se explayó en demasía con asuntos poco relativos a lo escrito por Santana, hizo de filtro y mediadora como solamente ella es capaz.

Teniendo en cuenta que había quien estaba más interesado en que el libro le fuera firmado por Chiqui o en hacerse una foto con Pepe, no nos extraña nada que el acto desembocase en aquello. Hay que reconocer que la presentación cumplió el objetivo: se dedicó a contentar a los congregados, más fans de Gran Hermano en general que ávidos lectores.

Así, nos enteramos de que Pepe esta buenísimo en directo y nos pone perras era compañero de trabajo de Soraya Arnelas. ¿Os imagináis una conversación entre los dos en el avión? Nosotros tampoco. Pedro amenazaba con llorar aproximadamente cada cuatro segundos y el señor de Anaya tuvo la misma importancia que Cathayssa en Gh12.

El éxtasis vino cuando se dio paso a las firmas. Una avalancha gente a lo fans de Take That corría hacia la mesa para tener un autógrafo de Pepe o una foto con Mercedes Milá. Nosotros aguardamos el turno con resignación para que Gilda nos firmara. Que no sólo lo hizo sino que mantuvimos una breve charla donde se constató una vez más que la entrega de la cubana por sus lectores es total.

Tras conseguir la dedicatoria nos fuimos de allí raudos y agridulces. Queremos que la presentación en La Casa del Libro que tendrá lugar el mes que viene sea privada. Pero no podrá ser, así que deseamos que los asistentes a ésta y la de Barcelona -que será en la librería de la que Mercedes Milá es socia- por lo menos hayan terminado de leerse el libro.

NOTA: Obtuvimos fotos, sí. Pero malísimas. Consulta la crónica oficial para ver la diferencia con la nuestra alguna foto de calidad

18 Comments

  1. Pingback: Gran Hermano Catorce: lo que sabemos - El Cajón Desastre

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